viernes, 23 de noviembre de 2012

Tehodoro Adorno


Theodor Ludwig Wiesengrund Adorno

Nació el 11 de septiembre de 1903 en Fráncfort, Alemania y muere el 6 de agosto de 1969 en Viège, Suiza

Filósofo, sociólogo, musicólogo, compositor y profesor alemán considerado uno de los máximos representantes de la Escuela de Fráncfort y de la teoría crítica de inspiración marxista. Theodor Adorno nace en el seno de una familia de clase alta, de padre comerciante de vinos Oscar Alexander Wiesengrund y madre cantante soprano lírica María Calvelli Adorno.

Estudios

Asistió al Kaiser Wilhelm Gymnasium, donde destacó como excelente estudiante y compuso sus primeras obras musicales hacia 1920 alentado por su madre y hermana Agatha, eximia pianista. Finalizados sus estudios iniciales, Theodor Adorno ingresó en la Universidad Johann Wolfgang Goethe de Fráncfort del Meno (Estado federado de Hesse, Alemania), donde estudió filosofía, sociología, psicología y música. Tras recibirse en 1924 y escribir varios ensayos de crítica musical, Theodor Adorno viajó a Viena, Austria para tomar clases de música con Alban Berg, y frecuentó a otros dos compositores clave en la Segunda Escuela de Viena: Anton Webern y Arnold Schönberg. De regreso a Fráncfort, Theodor Adorno obtuvo su doctorado en filosofía y tiempo después logró la venia legendi (1931), la más alta calificación académica que una persona puede alcanzar en ciertos países de Europa y Asia. En 1933 Theodor Adorno se incorporó al Instituto para la Investigación Social, pero tiempo después debió exiliarse huyendo del nazismo. Tras un tiempo en Oxford Inglaterra, Theodor Adorno se traslada a Estados Unidos en 1938, residiendo primero en Nueva York y luego en California (1941-1949).

Finalizada la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), Theodor Adorno regresa a Fráncfort y asume el cargo de director del Instituto para la Investigación Social, que reconstruyó con su colega Max Horkheimer. Durante la década de 1960 se abocó a la dirección del Instituto, a sus clases en la Universidad de Fráncfort y a la publicación de sus obras.

La filosofía de Adorno se enmarca en la corriente básica hegeliano-marxista en que se mueven todos los miembros de la teoría crítica. Según Adorno, la sociedad industrializada presenta una estructura que niega al pensamiento su tarea más genuina: la tarea crítica. En esta situación, la filosofía se hace cada vez más necesaria, como pensamiento crítico para disipar la apariencia de libertad, mostrar la cosificación reinante y crear una conciencia progresiva.

El texto propuesto en el programa para lectura y comentario, "Opinión, demencia y sociedad", aparece publicado en la edición española de Filosofía y superstición, un conjunto de artículos y trabajos que vieron la luz en diferentes circunstancias. En él Adorno contrapone la opinión a la reflexión crítica y defiende una recta comprensión de la verdad para poder hacer frente con éxito a las diversas ideologías que intentan ocupar el sitio que deja libre la disolución de la verdad. Lo cual se consigue en un proceso de "dialéctica negativa", en oposición a la opinión dominante y al pensamiento positivo y satisfecho de sí mismo.

Aportaciones

Dialéctica de la ilustración

Fue escrita juntamente con Max Horkheimer durante el exilio en Los Ángeles (EE.UU.), en 1944, y se publicó en 1947 en una pequeña editorial de Ámsterdam. Hasta 1968 no apareció una reedición alemana que hiciera accesible una obra que había ganado fama y era objeto de discusión y debates. El objetivo teórico de la obra queda reflejado en su prólogo: "Lo que nos habíamos propuesto era nada menos que comprender por qué la humanidad, en lugar de entrar en un estado verdaderamente humano, se hunde en un nuevo género de barbarie". Para responder a la cuestión, en el primer capítulo de la obra titulado Concepto de ilustración, realizan un análisis del concepto de razón tal como se ha fraguado y convertido en hegemónico en la civilización occidental, llegando a la conclusión de que en él participan por igual las ideas de "liberación" y de "dominación".

Dialéctica negativa

Dialéctica negativa  fue publicada en 1966 por la editorial Suhrkamp de Fráncfort. En la primera frase de la obra queda clara su relación filosófica con la historia de la filosofía: "La formulación Dialéctica Negativa es un atentado contra la tradición". Pretende proseguir el tipo de filosofía inaugurado por Hegel en una situación diferente: el movimiento dialéctico del pensamiento no termina en una síntesis superior de los opuestos, sino que deja las contradicciones con toda su crudeza como muestra de las contradicciones reales existentes en la realidad.

Indisolubilidad del “Algo”

La filosofía de Adorno toma el camino del análisis de la razón. Para el filósofo alemán esta es una cuestión importante que tiene que plantearse la filosofía en su reflexión. Si bien la ontología occidental es tendente a concebir la totalidad, a pensarla, Adorno expone que todo pensar, incluido el ser, tiene que estar basado en alguna cosa, en “algo”. Esto es importante ya que no podemos eliminar el pensamiento abstracto que se crea a partir de algo y que es totalmente diferente a la realidad, esto es, producimos abstracción. De un objeto en el pensamiento podemos suponer todo un corpus abstracto que parte desde el mismo objeto y lo hace infinito en el pensamiento. En esta línea crítica al Idealismo desde Fichte, por “creer que el proceso de la abstracción libera de aquello de lo que abstrae, y es que, aunque lo elimine del pensamiento, lo destierra de su país natal, no lo aniquila en sí mismo”. El pensamiento no puede de ninguna de las maneras separarse de lo pensado, y esto, en muchos casos, entra en contradicción con el mundo, siendo la dialéctica la forma de comprender esa contradicción. El punto de partida de la dialéctica reside precisamente en aquella crítica que hacemos de la propia.

 

La teoría social del conocimiento    

El pensamiento crítico de Adorno inserta en las líneas que traza la matriz hegeliano-marxiana elementos psicoanalíticos y sociológicos desvinculados, a su vez, de sus contextos originarios freudianos y durkheimianos.

Pero tal vez, lo más interesante aquí es que, en este marco conceptual, Adorno se esfuerza por resituar la temática psicoanalítica y sociológica convirtiéndolas en un momento esencial de la nueva teoría social del conocimiento.

O sea, el valor de estas ciencias, como aportación a una meta crítica del conocimiento, radicaría en su insistencia en la tesis de que toda percepción es una proyección.

Si los impulsos, dice Adorno, no son superados y conservados  en el pensamiento, no se produce el conocimiento, y el pensamiento que mata a su propio padre (el deseo) es víctima de la venganza de la estupidez. Si el pensamiento destruye su propia condición, el conocimiento no tiene lugar como acceso a la verdad.

Adorno insiste una y otra vez en la desfiguración de un conocimiento que cree tener lugar al margen de la inserción corporal e histórico-social del sujeto que conoce.

Para Adorno, la dinámica conflictual de la historia del yo es la historia misma de la razón como proceso de racionalización de la realidad, destino del hombre occidental. Es la liberación de la naturaleza pero, al mismo tiempo, el alejamiento de la reconciliación con ella, sístole y diástole de lo que él llama “dialéctica de la Ilustración”.

Con esta expresión quiere sugerir que lo que se presenta como triunfo de la racionalidad, la sumisión de todo lo que existe al formalismo lógico (objetivo último de la razón ilustrada), significa también, al mismo tiempo, la caída de la razón en la trampa por la racionalización.

De ahí la generalización de la patología social, que aparece como una condición antropológica “normal”.

Este análisis de la actual patología social del sujeto de conocimiento lo lleva a cabo Adorno, como es fácil advertir, en el marco de una antropología crítica y haciendo uso de categorías antropológicas.

De modo que cuando Adorno habla en este contexto de “objeto”, “percepción”, “proyección”, está pensando en hombres concretos de una sociedad y un momento histórico concretos, en los sujetos contemporáneos, activos o pasivos, de tales operaciones.

Para él, la lógica no es verdad absoluta e intemporal, sino un proceso que no se deja reducir ni al polo subjetivo ni al polo objetivo. La verdad es sólo y siempre un campo de fuerzas que exige el reconocimiento de la relación real del pensamiento con la situación social y vital. Esta relación, y por consiguiente la objetividad de la verdad, depende, pues, de los sujetos pensantes que realizan de modo concreto la síntesis cognoscitiva.

En definitiva, la teoría tradicional del conocimiento no es, para Adorno, más que el esfuerzo por desarrollar el principio de identidad. Se trata, pues, de una teoría del conocimiento conservadora y reaccionaria, dominada por el odio a lo complejo y en abierta sintonía con los poderes y fuerzas opresivos de la sociedad.

En Adorno, la autocrítica de la lógica desemboca en una defensa de la dialéctica como proceso del ser y del pensar.

El pensamiento dialéctico que no contrapone como enemigos al hombre y al mundo, sino que los presenta como momentos que se producen y se distinguen mutuamente.

La dialéctica es entonces un arma de lucha frente a la razón dominante: sólo en la medida en que la refuta y la supera se convierte ella misma en racional. Por lo que la tarea de la dialéctica debe ser la de combatir las sanas opiniones acerca de la inmodificabilidad del mundo.

No es necesario que los conocimientos sean absolutamente exactos, pero sí que se ofrezcan de tal modo que lo que enseñen se juzgue por sí mismo, o sea, muestre junto con su contenido el conjunto de sus razones. Verdad y falsedad, en Adorno, son dos conceptos que superan su significado intelectualista e introducen una determinada actitud ético-práctica. Quien decide la verdad de la teoría no es la exactitud formal o la adecuación a un estado de cosas, sino la capacidad para situarse frente a la realidad.

Por tanto, de lo que se trata es, por una parte, de desafiar el valor autónomo de la lógica y por la otra, convertirse en un relativista.

De esta forma Adorno permanece en un plano de legítima discusión teorética desde cuya concreta racionalidad es posible denunciar la lógica y la teoría del conocimiento tradicional en su olvido de su dependencia de lo social.

Teoría Estética

Según Adorno las industrias culturales no podrían existir si no se adaptan a las masas en este caso las masas son el grupo de personas que reciben esa idea, o el producto que se desea vender; es decir este producto no va a ser rentable de alguna forma si no se adapta a la sociedad y si la sociedad no lo recibe como tal.

También dice que después de un tiempo de ser el producto para el consumidor, se modifico y dando así que las industrias culturales no persigan a los fines económicos, ni la obligación de vender los productos, sino de promoverlo con fines publicitarios, o por propagandas a favor del mundo.

Puesto que la idea de todos los productos no es la fabricación en cantidad sino el reconocimiento que lleva ese producto a la gloria, por eso los medios de comunicación para los productos son muy importantes puesto que estos llevan al producto a la visión del usuario y tiene que ser de un total agrado, para que la cultura lo acople y lo reciba, así esto estimula pueda lograr que la masa lo tomo como referencia de algo o se interese por este producto.

 

Aunque se trato de dejar a un lado lo de la parte económica del consumidor, puesto que solo eran intenciones generadas en un principio, no se pudo hacer de un lado, puesto que es una sociedad de consumo y todo conlleva a lo mismo.

Esto quiere decir que nosotros como somos parte de una masa en donde todo anuncio publicitario, toda nueva moda o productos que se imponen hacen que todos sigan una cadena de consumo y que seamos seguidores de esa sociedad. Puesto que los carteles las propagandas estimulan y generan sensaciones de querer seguir los patrones.

Haciendo cambiar la sociedad cada nada, y no es solo decir no voy a seguir los patrones es algo ya generado que no puede modificarse, puesto que la sociedad misma no se da cuenta de los cambios.

En conclusión podemos decir que las industrias culturales es llevar a las masas (sociedad) puesto que todos seguimos unos estándares que no nos deja ser autóctonos de lo que sucede; sino que seguimos a una sociedad de consumo manipulada por medios en donde el usuario se persuade y sigue los mismos estándares, nosotros estamos atrapados en una sociedad de consumo es decir, somos nosotros los únicos responsables de ese consumismo, puesto que estos medios lo que hacen es que las personas se sientas importantes, a si sea con mentiras, también esta sociedad de consumo muestra como los más tontos son los más manipulados por los medios, es decir comerciales.

En torno al consumo dice Adorno que es la sociedad que está en torno a lo publicitario, que este hace que las personas lleguen al consumo, entonces lo que hace la publicidad es persuadir al usuario, con el fin del consumo.

 

 

 

 

Obras Destacadas

·         Dialéctica de la Ilustración (1944)

·         Dialéctica negativa (1966)

·         Mínima moralia (1951)

·         Disonancias (1956)

·         Notas de literatura I (1958)

·         Momentos musicales (1964)

Obras en Castellano

·         Consignas

·         Notas sobre literatura

·         Filosofía de la nueva música

·         Beethoven. Filosofía de la música

·         Mínima Moralia. Reflexiones desde la vida dañada

·         Escritos sociológicos I

·         Teoría estética

·         Dialéctica negativa. La jerga de la autenticidad

·         Kierkegaard. La construcción de lo estético

·         Dialéctica de la Ilustración

·         Composición para el cine. El fiel correpetidor

·         Escritos musicales I-III

·         Escritos musicales IV

·         Sueños

·         Monografías musicales

·         Crítica de la cultura y sociedad I

·         Crítica de la cultura y sociedad II

·         Disonancias. Introducción a la sociología de la música

·         Escritos sociológicos II. Volumen 1

·         Miscelánea I

·         Escritos filosóficos tempranos

Obras Musicales

·         Six estudies for String Quartet (1920)

·         String Quartet 1921 (1921)

·         Two pieces for String Quartet (1924/25)

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

Conclusión Ana Iris Díaz Sánchez  DS100108

Theodor W. Adorno fue uno de los pensadores más influyentes de la teoría crítica en el siglo XX, la filosofía de Adorno toma el camino del análisis de la razón; para Adorno, filosofar es tener conciencia del tiempo en que vivimos, plasmarlo y expresarlo.

 


 

Conclusión Johanna Mariellos Parada Gómez   PG101507

Adorno plantea como única razón válida una razón dialéctica, que no es dialógica, sino que busca siempre tesis y antítesis, pero que no se resuelven nunca en una síntesis. Así dice que la única interpretación posible del ser es la articulación de opuestos que se enfrentan transformándose recíprocamente. Esta visión es muy cercana del símbolo oriental del yin y el yang, también de Heráclito y de Nietzsche.

Además, aunque descubre genialmente el interés tras cualquier conocimiento, vuelve a introducir de alguna manera la finalidad con este ideal de la comunicación libre de trabas, y vuelve a separar al hombre de todo lo vivo. De alguna manera no ve que tras su conocimiento también hay un interés, el de devolver la razón al primer plano.

Conclusión Glenda Yamileth Martínez Cornejo  MC101210

Como se puede observar en el trabajo, la vida de Theodor Adorno fue normal como la de cualquier persona que estudio y con el esfuerzo que hizo se convirtió en uno de los mejores filósofos de la Escuela de Fráncfort, el cual estudio los medios de comunicación y la influencia que estos tienen en las personas, como la televisión puede cambiar la cultura de las masas con solo un programa que se vea, así como también puede cambiar el pensamiento y las actitudes de las personas.

También Adorno nos habla sobre la influencia que la industria comercial tiene en las personas y como estos mensajes penetran en la mente del que los observa, como el consumismo está presente en la sociedad por los mensajes emitidos en los medios de comunicación y en nuestro entorno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario