viernes, 23 de noviembre de 2012

Omar Rincón


Omar Rincón

 

La comunicación es diversa e innovadora, eso permite que se expanda y se mejore cada día más, por lo cual es necesario que se analice el comportamiento de la misma. Por ello existen muchos críticos de la comunicación en la actualidad, y están en constante integración dados a las exigencias de esa área. Nuestro país a sido parte de esta critica ya que se han realizado conferencias sobre temas relacionados y contamos con un crítico que representa nuestro El Salvador, el Licenciado Mario Alfredo Cantarero.

 

Entre los críticos más mencionado y más conocidos por sus excelentes y acertadas críticas, tanto así que se toma a bien el incluirlas en  las cátedras universitarias vinculadas a la comunicación, en esa concomitancia encontramos al crítico Omar Rincón, quien tiene una larga trayectoria en esta área.

 

CONSTRUYENDO UNA HISTORIA


En la historia de Omar Rincón (Maripíri Colombia, 1961) iniciaremos comentando la importancia que se le asigna en varios países y el legado que está construyendo. Es ensayista, periodista, profesor universitario, crítico de televisión y autor audiovisual. Fue investigador y profesor de Comunicación y Periodismo de la Universidad de los Andes. Magíster en educación (CINDE, Bogotá), Master of arts (SUNY, Albany, NY) y estudió dirección de cine en la Universidad de Nueva York. Fue director del Centro de Estudios en Periodismo y del posgrado en periodismo de la Universidad de los Andes, analista del diario El Tiempo y director del Centro de Competencia en Comunicación para América latina de la Fundación Ebert.

 

INVITACIONES

Profesor invitado en Colombia (Universidad Eafit, Universidad del Norte, Universidad Tecnológica de Pereira, Universidad Tecnológica del Caribe); España(Universidad Internacional de Andalucía, Universidad Autónoma de Barcelona, Fundación Internacional para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas FIIAP); Ecuador (Universidad Andina Simón Bolívar); Argentina (Universidad Nacional de La Plata y Universidad Nacional de Quilmes); El Salvador (Universidad Centro Americana); Chile (Universidad Diego Portales); Nicaragua (Universidad Centroamericana).

 

LIBROS

  • ¿Por qué nos odian tanto? [Medios de Comunicación y Estado en América Latina]. Bogotá: C3/FES, 2009.
  • Entre saberes desechables y saberes indispensables [Agendas de país desde la comunicación], Bogotá: C3/FES, 2009.
  • Los telepresidentes: cerca del pueblo y lejos de la democracia, Bogotá: C3/FES, 2008.
  • Más allá de víctimas y culpables [relatos de experiencias en seguridad ciudadana y comunicación en América Latina], Bogotá: C3/FES, 2008.
  • La nación de medios. Bogotá: Universidad de los Andes, 2008.
  • Narrativas Mediáticas o cómo cuenta la sociedad del entretenimiento. Barcelona: Gedisa, 2006.
  • Televisión Pública: del consumidor al ciudadano. Buenos Aires: la Crujía 2005.
  • Televisión, video y subjetividad]. Buenos Aires: Norma, 2002.
  • Bajo todos los fuegos. Bogotá: Proyecto Antonio Nariño, 2002.
  • Televisión infantil: las voces de los niños. Bogotá: FRB/Secab, 2002.
  • Relatos y memorias leves de nación. Bogotá: Ministerio de Cultura, 2001.
  • Televisión: Pantalla e identidad. Quito: Fes, 2000.

TELEVISIÓN

  • La Última Escena, magazín cultural, Ministerio de Cultura de Colombia, 1997
  • Los Hijos de la Tele, Audiovisuales, 2002 (Premio Mejor propuesta Cultural de Colombia)
  • La pasión de Colombia [Fútbol e identidad], Ministerio de Cultura, 2004 (Premio mejor propuesta cultural de Colombia)
  • Los colombianos Tal como somos. Tal.tv, Brasil, 2005 (Selección Input 2006)
  • ¿Para qué sirven las telenovelas? publicado en su blog el 26 de febrero del 2010

 

ENTREVISTAS

Navegando entre los nuevos y viejos medios

En una charla amena y distendida hablamos sobre la radio y la televisión, como medios masivos, y los celulares y nuevos medios digitales como fenómenos que están trasformando la comunicación. Por último trazamos rasgos descriptivos del fenómeno de la comunicación de masas en tiempos de YouTube.

 

Gobernar en pantalla

"Cada vez tenemos más presidencialismo y menos Estado; asistimos al gobierno comunicador obsesionado por lo mediático como estrategia política para dominar el mercado de la opinión pública, una batalla comunicativa por el relato de la historia y por la hegemonía política. Gobernar es, entonces, ganar la batalla de la información."

Su opinión la comenta como profesor asociado de la Universidad de los Andes, Colombia. Y cuando habla de presidentes hipermediáticos que son más entretenedores que estadistas, celebrities que políticos, que están creando un nuevo formato televisivo llamado gobernar en pantalla, no lo dice pensando en alguien en particular, sino en varios jefes de Estado de nuestra región. Tipifica así a los que gobiernan desde la lógica de la confrontación (lógica de la ficción), convirtiendo a los ciudadanos en espectadores de su espectáculo mediático, un mecanismo que se explica mejor desde la lógica de la telenovela y el melodrama que desde la argumentación política: menos opinión pública argumentativa, más democracia emocional, espectacular, entretenida y amorosa.

TEORÍAS DE OMAR RINCÓN

 
CUANDO GOBERNAR ES UNA EMOCIÓN TELEVISIVA

 
LA DEMOCRACIA LATINOAMERICANA

En la región, la democracia como sistema no se ha convertido en un ethos o modo de vida para el común de los ciudadanos, porque poco o nada se los ha invitado a participar de los beneficios y privilegios de este modo de hacer la política y el gobierno. La eliminación o amenaza permanente de todo probable disenso, la injusticia. La formación ciudadana no ha sido posible por la existencia generalizada de prácticas de exclusión de los sectores más amplios de la sociedad en la toma de decisiones, en la distribución de recursos y el bajo acceso a la educación profesional y universitaria. Históricamente, las élites locales en unión con las transnacionales del capital han explotado los recursos de nuestros países mientras las ganancias se invierten en Miami. Así, nuestros ciudadanos han sido expulsados en forma sistemática de las esperanzas. Por tanto, la democracia no significa un bien simbólico ni político, y mucho menos una práctica de libertad o una manera de vivir la existencia. Por ahora, paradójicamente, los únicos verdaderos creyentes de lo nacional (aunque no de la democracia) son los emigrantes, quienes se esclavizan en el exterior para invertir en nuestros países. Los únicos nacionalismos que quedan son los de los sectores populares (Monsiváis, 2002).

 

¿QUÉ TIPO DE DEMOCRACIA ES LA LATINOAMERICANA?

Una que personaliza el poder, que descree en los partidos políticos orientada por el autoritarismo, que se llena de fans y seguidores más que de interlocutores y ciudadanos. Una democracia que se construye vía medios de comunicación y sondeos de opinión.

Ahora bien si analizamos lo que Omar Rincón nos quiere dar a conocer en esta declaración es muy cierto aplicándolo especialmente El Salvador y la situación política que día con día hacen un bombardeo a través de los medios de comunicación simplemente para llenar sus listas de fans de seguidores como dice Omar Rincón sin analizar que ellos no compartirán con el pueblo sus goces ni privilegios en el gobierno de todo el estado.

 

EL MODELO COMUNICATIVO EN EL ÉXITO POLÍTICO DE LOS GOBIERNOS


El modelo comunicativo para el éxito de los gobiernos es claro: un sujeto mediático + un héroe moral + ejercer la micro política + un actor de entretenimiento + ser una marca + mover las agendas mediáticas siempre a espacios más cómodos-divertidos + evitar el debate

Para hacer una clara referencia ¿Se acuerdan del periodista de Bush que siempre preguntaba para cambiar la agenda?

 

HÉROE POLÍTICO

Los latinoamericanos venimos asistiendo a lo que podríamos denominar la refundación de un nuevo pacto político, que más que democrático es comunicativo, entre el gobierno y los ciudadanos de la nación. El pacto colombiano es "ahora sí tenemos presidente". No se tiene gobierno, se tiene presidente. El ideal es que cada ciudadano sienta que "ahora sí tenemos presidente". Uribe encarna, él como sujeto, una promesa política: él es el gobierno. Este gobernar, actuar y comunicar se basa en una promesa comunicativa de volver a los valores de la autoridad, la austeridad, la disciplina y la seguridad. Lucha contra la politiquería y contra el terrorismo. Tenemos figura paterna. Lucha contra el pasado: Samper y Pastrana, los ex presidentes inmediatos en Colombia; contra Menem y De la Rúa en Argentina, contra Sánchez de Lozada en Bolivia y contra Collor de Mello y Cardoso en Brasil. La política es asunto de personas, individuos, imágenes. El pacto político es con un sujeto, con una identidad individual, no con un partido, un programa, unos argumentos. ¡Viva la comunicación!

 

HÉROE MORAL

Si se habita un nuevo pacto político basado en la credibilidad en el individuo más que en sus ideas o partido, la legitimidad de esta interpelación se localiza en si quien encarna al gobierno tiene el carisma personal para parecer presidente y el liderazgo político para serlo de verdad.

La figura política y la figura mediática se unen para construir un sujeto del deseo, un superhéroe: Álvaro Uribe Vélez en Colombia, Lula en Brasil, Kirchner en Argentina y Vázquez en Uruguay. Sus campañas fueron y sus gobiernos continúan siendo los del "superhéroe puro" que va a salvar nuestros "equivocados países". Son candidatos y presidentes que se mantienen siempre en el mismo papel de puros y que son monotemáticos para no perder la conquista del amor popular; siempre dicen lo mismo, siempre elevan a virtud moral a los pobres, lo local, lo nacional. Son nuestros salvadores. Ahí es donde la telepolítica actúa: la producción de una realidad democrática melodramática, sin descenso político pero con orgullo nacional. Uribe se mantiene en su papel de héroe puro y melodramático; así ha conquistado el amor de esa mujer maltratada llamada Colombia. Tanto que una amiga, joven, bella, de 23 años, educada en universidad privada, me contó que "ese hombre (Uribe) la transformaba, le fascinaba, le encantaba… que ella le creía todo… y que, es más, había llegado a soñar con él, no cualquier sueño, uno erótico". Eso es un héroe. Ahí es donde la telepolítica actúa, no en la ficción, sino en lo más real: la producción de la realidad, una realidad de ficción.

 

HÉROE DIVERTIDO

Ser presidente significa abandonar la política de los argumentos y ganar la emocionalidad del entretenimiento. Así, el presidente huye de los programas de debate, no le interesa la opinión, no quiere ser noticia por lo que hace como gobernante sino como "entretenedor": el que baila, el que monta a caballo, el que habla con humor, el que regaña, el que va al coctel, al que aplauden porque sólo busca a los que lo aplauden (¿por qué sólo una señora en Cali se le ha salido del libreto?), al que aman las modelos, el que toma gotitas. Uribe y todos los presidentes exitosos parecen más unosstand up comedy que presidentes (¡oh, qué decir del chistosito Bush!). Su lenguaje es para todos: elemental, entretenido, de impacto, corto. Uribe, como los demás exitosos, ha logrado convertirse en un ser creíble y legítimo porque divierte y maneja muy bien las reglas dramáticas de la televisión, su telegenia es alta, su verosimilitud inmensa y medios y periodistas han decidido no preguntar de más; a un héroe de entretenimiento se le aplaude, no se le interroga. Es puro entretenimiento.

 

EL HACER, POR ENCIMA DEL PENSAR

El poder es personal, misional y realizado por un superdotado divertido y moral. Entonces, como todo superhéroe, debe estar cerca de los problemas de la gente aunque esto signifique que nunca los va a resolver; no actúa donde sería impopular, como en la transformación de las injusticias generalizadas en la sociedad (aunque fingiera hacerlo en cada problemita que resuelve). Antes que ser presidente, se es una encarnación del deseo de la gente. Hay que hacer "política del cara-a-cara" -el contacto con el líder-, con una presencia televisiva constante, una "política de la omnipresencia". El objetivo: que la gente sienta que lo quiere reelegir. ¿Cómo? Mediante la micropolítica -soluciones cortas a problemas mínimos-, o el diseño de pequeños actos narrativos y dramatúrgicos como demostración de gobierno.

Lo importante es resolver los pequeños problemas del diario vivir de algunos ciudadanos, "la democracia por contacto", pero sin grandes reformas, ni capacidad para producir resultados que trasciendan, como la entrega de una casita, una beca, un subsidio.

Lo comunicativo es construir soluciones simbólicas a problemas reales, el minimalismo como forma de gobierno. ¿Por qué? Porque lo micro, lo asistencial, el contacto producen historias mediáticas, mientras las grandes reformas no; porque la excesiva presencia en los medios de comunicación es la forma de gobierno que genera rating en los sondeos y encuestas de popularidad. Así, se gobierna para producirles historias a los medios de comunicación más que para generar modelos sociales; se gobierna para las encuestas más que para la transformación política. En esta tendencia, todos los gobiernos latinoamericanos han optado por la misma estrategia: una política de lo elemental. Los presidentes exitosos (Lula, Kirchner, Chávez y Uribe) son grandes comunicadores porque su autoridad y su legitimidad han sido televisadas. Han generado confianza (lo micro) y la gente se ha identificado con su misión (lo macro).

 

ACTUAR

Salir en televisión y no desaparecer en el intento es un acto de alta dramaturgia. La televisión es una máquina que no sólo exhibe los deseos, extiende las espontaneidades planeadas, hace deseables a los sujetos y sus ideas sino que magnifica las contradicciones, tritura los personajes mal actuados y casi siempre termina por evidenciar la farsa y la máscara. Gobernar es estar en el papel protagónico de una telenovela generando afectividades, identificaciones, amores y odios. El televidente-pueblo debe sentir en todo momento que el presidente le está solucionando sus problemas. El presidente sabe que debe gobernar en vivo y en directo para proyectar verosimilitud y generar credibilidad. Un presidente exitoso se convierte en símbolo de sí mismo: Kirchner significa presidente que no hace nada a espaldas de la gente, que no miente, que no vende al país; Uribe comunica que tiene la autoridad que pone orden, el papá que llegó a ajustar cuentas con los hijos díscolos; Lula promueve el ascenso del Brasil excluido, la conciencia social de que los de abajo también son nación; Meza afirma(ba) al que quiere defender los intereses bolivianos de las garras extranjeras. Estos relatos se deben actuar, por lo cual se convierten en su propia jaula; de ahí no se pueden desligar.

 

CAMBIO DE ESCENARIOS

Para culminar el juego comunicativo de la política, gobernar significa que ante cada gran problema deben tomarse medidas en otra área de la realidad para cambiar el foco de atención mediática. Se les huye a los problemas. Nunca se enfrentan, siempre se evaden con una medida de éxito. La comunicación sirve efectivamente para cambiar escenarios y proponer nuevas agendas. He ahí su poder político. No se responde de frente, siempre se elude. Lo peor: los medios y los periodistas permiten que les asignen los escenarios de la producción de la información y la política.

 

CONTROL DE LA INFORMACIÓN

Cuando la "persuasión" no funciona, los gobiernos mediáticos tienen otra estrategia para lograr su reino de popularidad; se promueven prácticas de consenso por medio de la presión política sobre los periodistas y medios disidentes (o la amenaza y el chantaje. ¿Les suenan Noticias Uno y Coronell?), ya que califican a quienes no estén con el gobierno como parte del terrorismo, la corrupción o la politiquería; como antipatriotas. Una forma más de control es la pauta publicitaria. Otra forma, aún más patética, es a través de legislaciones de control de medios como la "ley de contenidos" del gobierno Chávez. Así, están logrando que todos tengan que estar con el gobierno. El resultado: Uribe y los gobiernos exitosos en Latinoamérica han creado un mandato de las imágenes y controlan la información para producir "la política del contacto" como estrategia de gobernabilidad.

En esta estrategia de gobernar para los medios de comunicación, se han legitimado cuatro tendencias añadidas:

-En nuestra sociedad, la gente se identifica con una comunidad; se define por lo que es al nacer (cristiano, judío, musulmán, etc.) más que por lo que hace, su ingreso o clase social.


-Habitamos un mundo en el que la producción de uno mismo es la gran utopía; a ésta es a la que responden e interpelan la comunicación y la política actual.


-En todas las encuestas de preferencias las fuerzas militares, la Iglesia y los medios de comunicación surgen como las instituciones más legítimas, mientras que los partidos políticos, los parlamentos y los sindicatos tienen el más bajo porcentaje de legitimidad política. La interpretación lógica sería que la gente está exigiendo más autoridad, más valores y más entretenimiento.


-La política espectáculo o aquella que debate lo sentimental, lo clandestino, lo banal, lo privado es la que genera más impacto. No estamos en tiempos de debate sobre posiciones ideológicas o proyectos sociales, y los datos o los argumentos importan menos aún.

TEORÍA DE LA TELENOVELA Y EL MELODRAMA

 
Todo cobra sentido. La hipótesis narrativa de la nativa es “mujer pura salva a hombre equivocado” y eso aplica a la idea de “presidente salva a pueblo”:

Los presidentes salvan a sus pueblos en un acto de amor y no en un acto de gobierno, lo cual hace que hoy, todo gire en torno a cuanto aman los mandatarios a sus ciudadanos: los aman dándoles subsidios, los aman visitándolos, los aman hablando con ellos, defendiéndolos, abrazándolos.

Los medios son testigos de esos actos de amor y muestran a los presidentes recorriendo villas, inaugurando obras, caminando los barrios, entre otras cosas.

Las encuestas de opinión pública ya no miden si el presidente está gobernando bien o mal, si no el amor del pueblo hacia su mandatario,  hacia el “héroe” en términos de telenovela.

Entonces a veces pasa que el gobierno mide mal pero el amor del presidente a su pueblo mide bien.

En este contexto de la telenovela y el melodrama, la comunicación es usada como una herramienta de lucha contra los “villanos”, por eso la permanente lógica de confrontación “o estás conmigo o estás contra mí”.

En este marco, se pone de manifiesto que hay una lucha por el relato de la democracia y la hegemonía política entre el gobierno y los medios de comunicación. Pero no solo una lucha por el relato hegemónico, sino también una lucha por quien domina ese relato.

El error de los medios fue mostrarse siempre como los “buenos” de la historia, hablando mal de los políticos y sus gobiernos, porque ahora estos nuevos presidentes han puesto a los medios en tela de juicio para la sociedad. Este cambio de roles convirtió a los medios en oposición política, dejando de ser escenario de la democracia para transformarse en un actor político más.

Ante este panorama, hoy lo importante es diferenciar entre medios de comunicación y periodistas porque los periodistas no son los medios. Estos  están en la lógica de negocio y de la actuación política, no así los periodistas.

La libertad de información se volvió la cancha del debate político en América Latina, es decir, dejó de ser un derecho y una ley para convertirse en la arena donde se está disputando la lucha por el relato hegemónico de la democracia.

Como no estamos hablando de libertad de información sino de una lucha política donde la información es la base, se trata de una democracia confusa desde lo político, pero seductora desde el melodrama.

 

TELEVISIÓN, VÍDEO Y SUBJETIVIDAD

 
En el libro de critica audiovisual, TELEVISIÓN, VÍDEO Y SUBJETIVIDAD de Omar Rincón, hay una teoría muy cierta, de cierta forma de cómo somos y como nos vemos, frente y dentro de la televisión, nos describe como un reflejo de la sociedad, y ese es el punto central. La mentira de la televisión es la verdad de Rincón. Explico este punto, que Omar lo debe tener muy en cuenta, y también nosotros, la televisión actual y catalogada desde un comienzo solo es de entretenimiento, de ficción y de historias, todo es falso y superficial, entonces esta imagen de nosotros proyectada en la pantalla, es errónea, y hago hincapié en esta teoría , porque muchas personas creemos lo que vemos (contradicción del dicho “ver para creer”, lamentablemente), pero nadie , nadie debe confiar de nadie, menos de la televisión, u otros canales de venta y entretenimiento que cada vez , manipulan y trastornan las débiles mentes de niños y adultos.


Nuestro error es pensar que somos inteligentes, porque la televisión lo dice, pensar q si se puede, que hay un mañana mejor, que el país avanza, que hay un Dios, que no hay abuso de autoridad sino genocidio de policías. Historias que se repiten, en las pantallas casi siempre bajo el mismo parlamento, pero con distintos actores. La televisión es una herramienta de doble filo, humaniza como deshumaniza.

Las características de los demás medios de trasmisión audiovisual, como el cine y el video, no se salvan de esta ambigüedad, que se unen para dar vida al monstruo televisivo. Tomar estas características, como si fueran las clases magistrales de Omar Rincón, como si eso fuera “correcto”, suena mal escuchar un educador decir “esto debe ser así, y así”. No jóvenes, caemos en lo mismo una vez más, la tele-basura está ganando terreno, y el peor vicio son las malas actitudes que enseñan los programas nuevos, y solo nos faltaba que nos enseñen a hacerlos y fabricarlos. Solo sonrió ante estos trabajos seudos artísticos humanos, que no son capaces de sensibilizarse, al menos de una precaria educación universitaria, que nos motiva como único objetivo, a hacer dinero, con nuestro trabajo de producción. Si lo dijo un ser humano “ el fin justifica los medios, aunque vivamos la peor crisis del mundo, siempre pensaré ser mejor, aspiro a más, antes que ser un simple ser humano, con una mente dormida e inconsciente de sus actos y de los actos que arremeten contra él.


La sensibilidad y la capacidad de crítica es inherente y particular en cada uno, todo acto, imagen o sonido produce una respuesta en nosotros, actualmente todas las respuestas son distintas, según la televisión. Decir que todos somos diferente y pensamos distinto (tomando como concepto anterior el párrafo dos), es mentira, ya que además de despertar en el ser humano un sentido de violencia insana, no nos educa, solo nos entretiene (parezco un disco rayado), ¿que esperamos de las personas?, ¿las elecciones a tomar serán las correctas? Creo que todos sabemos esa respuesta.


Debemos aprender a utilizar el dialogo y la discusión verbal no alturada, sino centrada y analítica, verbal de los problemas que nos aquejan, dando soluciones a corto y largo plazo, sin salirme del tema, a muchos los q les guste la producción audiovisual, no hagan lo que un profesor les dice, cuando salgan de la universidad, menos lo golpeen, ellos no tienen la culpa, y el respeto es nuestra mejor arma ante los débiles, porque sino seguiremos viviendo la misma historia pero con distintos actores.

 

GOBERNAR EN PANTALLA

"Cada vez tenemos más presidencialismo y menos Estado; asistimos al gobierno comunicador obsesionado por lo mediático como estrategia política para dominar el mercado de la opinión pública, una batalla comunicativa por el relato de la historia y por la hegemonía política. Gobernar es, entonces, ganar la batalla de la información."

Quien dice esto es Omar Rincón, profesor asociado de la Universidad de los Andes, Colombia.

Cuando Rincón habla de "presidentes hipermediáticos que son más entretenedores que estadistas, celebrities que políticos, que están creando un nuevo formato televisivo llamado gobernar-en-pantalla", no lo dice pensando en alguien en particular, sino en varios jefes de Estado de nuestra región. Tipifica así a los que gobiernan "desde la lógica de la confrontación (lógica de la ficción), convirtiendo a los ciudadanos en espectadores de su espectáculo mediático", un mecanismo que se explica mejor "desde la lógica de la telenovela y el melodrama que desde la argumentación política: menos opinión pública argumentativa, más democracia emocional, espectacular, entretenida y amorosa".

 

El periodismo de verdad es el que habla de los asuntos del poder, se les mete a los grandes temas y cuenta historias, y al hacerlo produce conocimiento y reflexión.

Dos ejemplos son el documental periodístico del francés Roméo Langlois sobre cómo lucha el Ejército colombiano, y el testimonial de Pirry sobre cómo los indígenas están en la mitad de la guerra entre la guerrilla y los militares.

Langlois fue retenido 33 días por las Farc (del 28 de abril al 30 de mayo pasados). La historia es contundente: soldados del Ejército que destruyen laboratorios de coca sufren la muerte de un militar y el periodista queda en manos de la guerrilla.

Langlois no usa música, solo sonido ambiente, y el silencio es recurso del contar; no usa adjetivos, solo texto narrativo con testimonios de soldados que trabajan con dignidad y valentía. Su documento es la mejor prueba del heroísmo de los soldados, la sinsalida de los campesinos, el imperio de la coca y la falta de pudor de las Farc.

Tuvo que venir un extranjero a contarnos la dureza de nuestra guerra, la lucha cínica contra el narcotráfico y el heroísmo de nuestros soldados. Y es que, como dijo Germán Rey, "el periodismo colombiano registra la guerra, pero no la cuenta. Y el periodismo es contar para saber de qué estamos hechos".

Por el lado colombiano, Pirry (19 de agosto), que hace de la pasión su mejor narración, va al Cauca y no se conforma con la idea de que "los indios son problema" y ofrece un testimonio de cómo el pueblo nasa es el sacrificado por la barbarie de los guerrilleros y la arrogancia del Estado militar. Lo cuenta editorializando, pero también con imágenes y voces de los indígenas. Hay muchos adjetivos, pero es que ante el abuso de los poderosos guerreros, los narradores de la historia solo tienen la palabra.

Y logra un documento valioso sobre el modo en que los indígenas se juegan la vida, defienden su dignidad y asumen su cultura.

Estos dos modos de hacer periodismo no gustan al oficialismo periodístico: al francés le dijeron guerrillero; al colombiano, 'showcero'. Pero sus modos de contar han dicho más que todos los informes para el olvido de cada noche, o los modos agresivos de entrevistar (o, mejor, de acusar y no dejar hablar) de Luis Carlos Vélez, Yamid Amat y Darío Arismendi.

El periodismo de verdad, decía el maestro Kapuscinski, siente empatía por los que sufren y viven tragedias (indígenas y soldados) y no está seducido por el poder.

¿PARA QUÉ SIRVEN LAS TELENOVELAS?


La telenovela sirve para disfrutar un placer conocido, para comprender qué atormenta y divierte a cada sociedad, para encontrar las morales colectivas, para pensarnos desde el amor, para comprender la poltica de nuestro tiempo.

La telenovela es la estética de la repetición. Y lo es porque no se quiere asistir a un relato novedoso, a una estética experimental, a una moral desconocida. El disfrute es que latelenovela le permite al televidente (a) relajarse, (b) emocionarse, (c) gozar con un placer conocido: mujer pura salva a hombre equivocado y el amor salva. Asistimos a que nos cuenten lo mismo para volver a gozar con lo mismo y seremos gozosos en cuanto nos sorprendan por el modo de contar.

La telenovela es un placer narrativo, no de contenidos. Por eso es que los intelectuales y los cultos no las ven, porque ellos van a ver los contenidos, mientras los televidentes van al disfrute de un modo de relato popular que cuenta desde la narrativa oral y la moral popular. Un placer simple: gozar con el mismo cuento.

La telenovela sirve para comprender qué atormenta y divierte a una sociedad. La televisión es conservadora y de moral restaurativa, y la telenovela aún más. Cuando una historia o contenido llega a convertirse en telenovela y tiene éxito es porque la sociedad ya está dispuesta a que ese relato se haga público. Por eso los brasileños siguen explorando la telenovela como un espacio reflexivo de los asuntos de la brasileidad: su religiosidad, su modo africano, su juego de identidades, su sueño americano y poco se meten con los problemas cotidianos, con los sufrimientos del presente.

Por eso los argentinos buscan preguntarse por su enigma interior, por su búsqueda psiquiátrica de colectivo, por su ser en sociedad y poco ceden al puro melodrama, al amor y al éxito. Por eso, Televisa sigue contando melodramas anclados en el mito de la mexicanidad: patria, familia, religiosidad y la Virgen de Guadalupe. Por eso, los colombianos comenzamos reconociendo que éramos Caribe (Caballo Viejo y Escalona), que éramos provincia/rurales (Café) para pasar a ser urbanos y apariencia de modernidad (Betty la fea) y ahora a ser cultura narco (El CartelEl CapoLas Muecas de la mafiaRosario Tijeras).


La telenovela sirve para pensarnos desde el amor. Y aquí es donde más duele. La telenovela es un formato de televisión que recurre al melodrama para contar que el éxito en las comunidades populares y en los pobres consiste en alcanzar el amor. Si uno encuentra y tiene amor, uno es exitoso, así de simple.
La telenovela nos permite comprender y explicar la poltica en nuestro tiempo. Nuestros presidentes son galanes (Uribe, Chvez, Evo, Correa, Lula, Mujica, Berlusconi, Sarkozy) que buscan desde lo emocional y moral salvar a sus amados y equivocados pueblos. Su propuesta es amorosa y su actuación es de galanes celebrities. El presidente Uribe hace poco ante todos los alcaldes de Colombia les dijo: espero que el próximo presidente los quiera la mitad de lo que los he querido yo. ¡El asunto no es de políticas públicas sino de amor!


 

 El crítico de televisión Ómar Rincón analiza la oferta audiovisual del país.

A la TV se va a relajarse: se deja el cerebro en la mesa de noche, se vale no pensar. Y por eso hacen radio, todo se entiende sin ver imágenes. Como Caracol TV decidió entrar a la radio con su Blu, ponen ahí en directo el noticiero de televisión que se emite en la noche por el canal.  El resultado es interesante: se entiende todo, no hace falta la imagen: mucha música, periodistas protagonistas que usan metáforas superficiales y adjetivos, frasecitas de las fuentes y ningún análisis.

 En cuanto a periodismo, todo banal, en el mismo tono, en el mismo género, sin comentarios. Y lo peor: temas intrascendentes, nada de la agenda de lo importante. Y lo perverso: se entiende todo, no se necesitan las imágenes; luego, se hace radio, no televisión. Hay, eso sí, un aporte de la televisión a la radio: los periodistas/locutores hablan lento y eso hace que se entienda lo que dicen; hay voces testimoniantes; hay diversidad de locutores/periodistas; se hablan menos bobadas que en la radio y hay muchos más periodistas narradores. 

Esto de que la televisión es radio nos recuerda los tiempos exitosos de  Café  y  Yo soy Betty la fea, que fueron transmitidas por radio y se entendía todo sin ver nada. Luego, no solo es en las noticias, sino que toda la televisión que se hace en Colombia es radial: la imagen sobra, basta con la oralidad. Por eso, uno prende la televisión y no mira: se oye desde la cocina, el baño, la sala... Oímos tele.

 Y ya que estamos en la radio, resaltemos  El pulso del fútbol  o radio de charla eficiente y La luciérnaga, con el mejor ritmo de comunicación; bien por la frescura de  El carrusel, de Caracol, y  En la jugada, de RCN; mesura y calidad en Yolanda Ruiz en RCN; el mejor entretenimiento con Julito en La W; análisis con calidad en la UN Radio; Vicky Dávila está mejor en radio que en TV; Morales, en lo mismo de todos en Blu. 
 
La radio tiene más diversidad que la TV: más tonos, más estilos, más análisis. Y por eso tiene más influencia en la agenda pública: lo que se dice allí es tomado más en serio por la política.

 Lo único lamentable de la radio es que no practica diversidad de géneros y se basa en un periodismo de decires y declaraciones de políticos, paras, delincuentes y guerrilleros, y es el reino del ex presidente y su decir impune.

 Lo más increíble es que no haya demandas por injuria y calumnia con todas las barbaridades que se dicen en la radio: clasicismo que cree que importa lo escrito para demandar.  En conclusión, la TV imita a la radio. Muere la tele informativa, triunfan los decires impunes, chistes y músicas. La radio, para el debate público; la TV, para el olvido. Fecha de publicación: 23 de septiembre de 2012.

 

 
El periodismo de verdad es el que habla de los asuntos del poder, se les mete a los grandes temas y cuenta historias, y al hacerlo produce conocimiento y reflexión.

Dos ejemplos son el documental periodístico del francés Roméo Langlois sobre cómo lucha el Ejército colombiano, y el testimonial de Pirry sobre cómo los indígenas están en la mitad de la guerra entre la guerrilla y los militares.

Langlois fue retenido 33 días por las Farc (del 28 de abril al 30 de mayo pasados). La historia es contundente: soldados del Ejército que destruyen laboratorios de coca sufren la muerte de un militar y el periodista queda en manos de la guerrilla.

Langlois no usa música, solo sonido ambiente, y el silencio es recurso del contar; no usa adjetivos, solo texto narrativo con testimonios de soldados que trabajan con dignidad y valentía. Su documento es la mejor prueba del heroísmo de los soldados, la sinsalida de los campesinos, el imperio de la coca y la falta de pudor de las Farc.

Tuvo que venir un extranjero a contarnos la dureza de nuestra guerra, la lucha cínica contra el narcotráfico y el heroísmo de nuestros soldados. Y es que, como dijo Germán Rey, "el periodismo colombiano registra la guerra, pero no la cuenta. Y el periodismo es contar para saber de qué estamos hechos".

Por el lado colombiano, Pirry (19 de agosto), que hace de la pasión su mejor narración, va al Cauca y no se conforma con la idea de que "los indios son problema" y ofrece un testimonio de cómo el pueblo nasa es el sacrificado por la barbarie de los guerrilleros y la arrogancia del Estado militar. Lo cuenta editorializando, pero también con imágenes y voces de los indígenas. Hay muchos adjetivos, pero es que ante el abuso de los poderosos guerreros, los narradores de la historia solo tienen la palabra.

Y logra un documento valioso sobre el modo en que los indígenas se juegan la vida, defienden su dignidad y asumen su cultura.

Estos dos modos de hacer periodismo no gustan al oficialismo periodístico: al francés le dijeron guerrillero; al colombiano, 'showcero'. Pero sus modos de contar han dicho más que todos los informes para el olvido de cada noche, o los modos agresivos de entrevistar (o, mejor, de acusar y no dejar hablar) de Luis Carlos Vélez, Yamid Amat y Darío Arismendi.

El periodismo de verdad, decía el maestro Kapuscinski, siente empatía por los que sufren y viven tragedias (indígenas y soldados) y no está seducido por el poder. Fecha de publicación: 25 de agosto de 2012


CONCLUSIÓN


 

ESTEFANY DÍAZ

Omar Rincón es un ilustre de los medios de comunicación,  a los cuales ha servido por décadas y enseñado en prestigiosas universidades, lo que le hace un hombre reconocido por las mediaciones que realiza con sus polémicos escritos.

 

BRENDA MORALES

La comunicación es una gran responsabilidad que deberíamos de asumir con respeto porque es hacia otros seres humanos igual que nosotros que nos dirigimos, pero por los intereses que cada uno de los involucrados tenemos, ejercemos como mejor nos conviene, ya sea por intereses políticos o comerciales.

Y por tener el privilegio de conocer estrategias, muchos se dan la tarea de engañar a los que no conocen o no saben que se les está “persuadiendo” y “mal educando” con lo que están recibiendo por cualquiera que sea el medio.

Algo muy interesante de copiar es lo que menciono este crítico y a la vez secundo su opinión al respecto, se trata de entender que el televidente crítico no está inscripto en el ámbito de ver televisión, no está inscripto en el medio. La condición de la televisión no amerita estudiar televidentes críticos porque la promesa que da la televisión es “señora y señor, joven y niño, cuándo usted ve televisión le prometo que usted se va a relajar”, esta es una crítica muy acertada.

 

 

MARCELA LÓPEZ

Como futuros comunicólogos hagamos la diferencia y reflexionemos al momento de dar nuestro aporte o nuestro mensaje a la sociedad salvadoreña, tomando en cuenta la inocencia y falta de cultura que existe hoy en día; para que al final el beneficio no sea únicamente para una minoría.
 

XIOMARA LARA

Omar Rincón un periodista y crítico televisivo que podemos considerarlo como un líder de opinión porque habla con una coherencia y lógica excelente si leemos sus teorías nos damos cuenta rápidamente su cultura general sobre los medios de comunicación y la fuerte critica especialmente sobre las novelas, los partidos políticos y el gobierno hace un análisis desde el punto de vista mediático generando interés sobre sus investigaciones, aumentando la autoreflexión en los comunicólogos  y con respecto a El modelo comunicativo que el explica es muy cierto ya que un denominador de la formula que lo compone es actuar  y como la televisión tiene la capacidad para hacernos creer que debemos votar por “x” político porque el siempre estará cerca de nuestros problemas aunque no los resuelva y como se puede ganar popularidad dentro de los medios de comunicación caso ejemplar es el de Pablo Díaz con una agresión a la Periodista Melida Araniba el día 12 de noviembre , como este joven y su familia lograron popularidad por un hecho no político pero si sorprendente en nuestra sociedad, las redes sociales, están llenas de esta información analizando y criticando la actitud de la familia Díaz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario